Crítica de Obras...

CRITICA DE OBRA


Es interesante la seriedad y la mística del trabajo de Gisa Haquin, su capacidad analítica a la hora de plantear nuevas estrategias en la construcción de formas y no formas y la relación entre ellas. 
Indaga minuciosamente en la fase espiritual, a veces desvaneciendo límites para volver difusas las realidades históricas.    
Con su peregrinar estético-intimista, Gisa, nos convence que la pintura sí puede funcionar como ideología. 
La síntesis, la elegancia en el trazo, y el color lúdico en su obra, son formas de anudarse a la propia identidad. 

Marta Miliani 
Artista Plástica- 2017













Quien no conoce a Gisa, debe saber que ahonda y explota a más no poder todos los recursos. No importa cual sea; no importan las herramientas ni los materiales; ella expresa y refleja el placer en su rostro al hacerlo.
Así transita entre abstracciones, subjetivos modos de plasmar diferentes etnias y estas, sus callecitas como ella misma llama a su conjunto de paisajes. En estos, un tejido cromático de espatulados se enhebran entre si, para conformar la urdiembre de diversas geografías.
No importa el lugar, uno puede recorrer a través de su paleta, territorios cálidos, terrosos, sofocantes o fríos, áridos e infinitos, desprovistos de horizontes.
Su gesto posee un ritmo, un fluir, una cadencia propia de quien no le interesa el haber llegado, sino estar en marcha toda la vida.

Lic. María Rosa Ávila
(Lic. En pintura – Profesora Superior en Artes Plásticas) 2011

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